viernes, 18 de abril de 2014

Bendito Nombre



Jesús, vida es tu nombre al oído,
esperanza al espíritu agobiado,
redención al mundo prometías
al entregarte allí crucificado.
 
Los clavos y las espinas lacerantes,
la agonía en tu cuerpo encarnecido,
¿Alguno podría parear su sufrimiento
Al que TÚ por amor has padecido?
 
¡Jesús!  Sí, vives a pesar de la apatía,
del pétreo corazón del tardo humano,
¿TU NOMBRE BENDITO quién no implora?
hasta aquel sin Fe busca tu mano.
 
Dulcísimo eres Jesús, dulce tu esencia,
esta ávida e inhábil alma igual olvida
que en esa Cruz hubo perdón
y la promesa del milagro de la vida.
 
Marina Flores  Rozas
Chile, abril del 2014


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